Tomado de la página www.dont-offend.org
El pedófilo virtuoso
El dilema actual de la identidad de género tiene décadas posicionando la liberación sexual dentro del esquema político, social y moral. De esta manera, obtener los derechos que todos merecemos. Aunque la lucha aún no acaba, ni tiene indicios de hacerlo, la homosexualidad y el lesbianismo son aceptados, parcialmente, por la esfera social. Por lo tanto la pedofilia debería ser tratada sin sesgos.
Los ataques hacia este grupo han sido eminentemente relacionados con la enfermedad física y mental. Al menos, con tantas luchas de género, muchas personas consideran que la orientación sexual no es elección propia, es por esto que no existe racionalidad en clasificar como enfermo al pedófilo; algunos son perseguidos, sienten vergüenza y claramente, deben reprimir su deseo.
La erroneidad del término
Según el diccionario de la Real Academia Española, pedofilia es la “atracción erótica o sexual que una persona adulta siente hacia niños o adolescentes”, mientras que pederastia es el abuso sexual cometido con los niños.
La relación sexual con niños no tiene concepción natural desde ningún ángulo. Según la teoría de Freud, del planteamiento del desarrollo psicosexual donde en la última etapa (Fase Genital) el niño o niña encuentra una identidad sexual a partir de los 12 años en adelante, es debido a esto que el desarrollo del niño o adolescente se ve afectado si se relaciona sexualmente con un adulto.
Muchos pedófilos tienen este conocimiento y están de acuerdo, sin embargo el miedo y la vergüenza de ser quienes son, los mantienen en el anonimato siendo así más difícil tratar con ellos.


Todd Nickerson es un pedófilo de 42 años de edad que vive en Tennessee. Luchar para conseguir asimilar su identidad sexual le provocó muchos años de paralizante depresión.
"Hay mucha gente ahí afuera que desea pintar a los pedófilos como bombas a punto de estallar. Pero yo llevo diez años fuera y jamás he abusado de un niño".
Todd Nickerson
Ser un pedófilo es prohibido y amenazado con castigos aún más severos si comete abuso sexual. Pero a la misma vez, no se lo enseña una alternativa. Pues para el pedófilo, parece que hay solo dos opciones - quebrar la ley y los códigos de la sociedad, o negar sus sentamientos.
Lucha social y política
Las luchas sociales han sido cruciales para hacer valer los derechos de las mujeres o de la comunidad LGTB, por ejemplo. Incluso para los pedófilos no es la excepción ya que hace más de 60 años se inició, en los países bajos, un movimiento pro pedofilia, el Activismo pedófilo.
Fundado por Frits Bernard, logró un progreso transitorio en los 70’s y principios de los 80’s, sin embargo su avance decayó porque sus postulaciones eran sumamente controversiales y fuera de los límites.

Nuevamente, de la lucha social, como en muchas otras, se formó un partido político en los países bajos, Partido de la Caridad, la Libertad y la Diversidad. Su lema "Sapere Aude”, significa “atrévete a saber”, aunque también se puede interpretar como “ten el coraje de utilizar tu propia razón”.
La cura
El estudio del Instituto Karolinska en Suecia, reclutará 60 pedófilos voluntarios para reprimir su deseo sexual, 30 tendrán medicamentos que bajan de manera radical su testosterona y a los otros 30 se les aplicarán un placebo. Ni el equipo investigador ni los voluntarios sabrán quién está recibiendo el medicamento. Si la prueba resulta, se acercaran a establecer qué tipo de “delincuente” se beneficiará.
Alemania inició el Proyecto de Prevención Dunkelfeld para controlar el deseo de los pedófilos. La campaña trata de convencerlos de que se inscriban en un tratamiento confidencial, incluso si han abusado de un menor. El tratamiento es una forma de terapia cognitivo-conductual, que analiza el comportamiento sexual en el pasado y los sentimientos, con el fin de elaborar estrategias para evitar situaciones potencialmente abusivas en el futuro.
Tomado de la página www.dont-offend.org
¿Nace o se Hace? Es así como el dilema de la homosexualidad se manejó, aludiendo al ser como positivo y al hacer como negativo.
Al igual la pedófila, se cree puede ser un “síndrome vampiro” según Duncan Craig, si te ha mordido un vampiro, te convertirás en vampiro. O bien es una orientación sexual según James Cantor, quien estudia los cerebros de pederastas en Canadá y ha encontrado patrones distinguibles. La cuestión del asunto es que el fenómeno no ha sido abordado en toda su dimensión y pretenden curar una aberración social con una pastilla.